La industria de la gestión de activos está experimentando un cambio profundo, el cual ha sido acelerado como consecuencia del Covid-19. Muchas de las tendencias que influyen en la industria ya estaban en movimiento antes del inicio de la pandemia, pero con el distanciamiento social, el trabajo remoto y los nuevos canales de comunicación que de allí se derivan; las empresas de gestión de activos deben adaptarse o arriesgarse a quedar rezagadas.
Desde el año 2010 al 2020, la gestión global de activos se expandió en una década notablemente exitosa. Pero los años de auge de la industria han mostrado señales de agotamiento, toda vez que la gestión de activos está llegando a un punto de inflexión dada la combinación de cambios estructurales donde destacan: la transferencia de la responsabilidad en los ahorros a largo plazo a las personas; el creciente énfasis en los resultados no financieros; la tendencia del capital a fluir hacia los productos y estrategias más económicas; y el impacto de la tecnología en la gestión de inversiones.
En este contexto, el Covid-19 no solo afectó a los mercados financieros, sino que también resaltó las debilidades de la industria, aceleró los cambios y creó nuevos problemas. Los administradores de activos respondieron rápidamente para mantener la operativa de manera remota y tranquilizar a los clientes. A pesar de los desafíos de liquidez y valoración planteados por la mayor volatilidad del mercado, la mayoría de las estructuras de fondos, incluidos los fondos cotizados en bolsa como los ETF, obtuvieron buenos resultados. Asimismo, los fondos ambientales, sociales y de gobernanza, así como los de renta fija registraron utilidades netas.
Crecimiento concentrado en pocos
En una investigación realizada por la firma PwC, se reportó que las empresas de mayor tamaño en las industrias obtuvieron un crecimiento colectivo del 14,6% en activos gestionados durante el 2020. En una mirada más cercana, los datos muestran que más del 75% del crecimiento de los activos gestionados se debió a las fluctuaciones del mercado, donde un puñado de empresas captó la mayor parte de las ganancias netas.
El incremento de los beneficios estuvo por detrás del crecimiento de los activos gestionados, alcanzando solo el 3,6% y con los gastos creciendo en 6,1%, se generó una disminución de 1,7% en los márgenes operativos promedio.
La crisis de salud global avivó la incertidumbre geopolítica, y muchos países podrían tardar años en recuperar nuevamente sus niveles de producción anteriores. Los estímulos monetarios mantendrán las tasas de interés bajas por un período de tiempo considerable, pero no se puede descartar una mayor inflación y un aumento de estas para estabilizar las variables macroeconómicas.
Los mercados financieros, que se apartaron de la economía real durante 2020, podrían experimentar una corrección o un período prolongado de desempeño débil en el corto plazo.
Inversores más demandantes y márgenes menores
Es probable que los administradores de activos estén percibiendo que las demandas de los inversores se vuelven cada vez más complejas. Los inversores institucionales se enfocan en obtener una combinación de preservación del capital, altos rendimientos y un sólido desempeño en los fondos ambientales, sociales y de gobernanza. La demanda minorista de soluciones a medida e inversiones diversificadas también crecerá, junto con el asesoramiento y la educación. Los gestores de activos se verán obligados a acelerar la diversificación, utilizando alternativas para impulsar los rendimientos al tiempo que deban hacer un mayor uso de opciones de bajo costo, como la inversión de factores y la beta mejorada.
Las empresas también se enfrentarán a una reducción creciente de los márgenes. La competencia y la regulación erosionarán las tarifas en todas las clases de activos, y el cambio a estrategias de margen más bajo también reducirá los ingresos. Adicional a ello, los factores económicos y demográficos reducirán las utilidades netas de niveles históricos del 3% al 4% a alrededor del 2% anual. Al mismo tiempo, la necesidad de invertir en nuevos productos y tecnología impulsará el gasto.
Para KPMG, el escenario para el período 2021 – 2025 supondrá un crecimiento del 15% en la gestión de activos, previendo que los márgenes operativos promedio disminuyan en 0.8%. La mayoría de las empresas verán que la rentabilidad caerá más rápido que el valor referido, debido al fenómeno acelerado que las grandes empresas concentran la mayor parte del mercado. Eso dificultará que muchos administradores de activos, especialmente las pequeñas y medianas empresas que no gozan de una fuente demostrable de diferenciación sobrevivan en su forma actual. Al contemplar el escenario más pesimista (con una corrección del mercado donde la gestión de activos no presente cambios durante los próximos cinco años), se obtendría una reducción de 7.3% en los márgenes operativos promedio para 2025.
Una oportunidad de cambio
Los administradores de activos deberán realizar cambios significativos en sus estrategias y modelos comerciales si quieren tener éxito en un entorno cada vez más fluido y desafiante. Las empresas tendrán que seguir múltiples vías de crecimiento; invertir en análisis de datos y tecnología; adoptar un enfoque flexible para las asociaciones e incrementar las fusiones. También habrá una oportunidad para que las empresas compensen la disminución de las ganancias, tomando medidas sobre la transformación de costes estratégicos.
Las firmas que gestionan activos no solo necesitarán transformar su desempeño a mediano plazo, sino que deben utilizar la disrupción del Covid-19 como un trampolín hacia el éxito duradero, deben prepararse activamente para el fin de los paradigmas actuales de la industria, considerando escenarios radicales pero plausibles, identificar sus implicaciones estratégicas y comenzar a planificar.
En este contexto, FlexFunds a través de su programa de titulización de activos, proporciona a los administradores de activos herramientas que pueden ayudar a reducir significativamente las cargas administrativas de gestión, simplificar la distribución de estrategias de inversión y facilitar el acceso a inversionistas en los mercados de capital globales.