La titularización de cartera, un mecanismo de financiación por medio del cual ciertos activos se pueden convertir en títulos valores negociables en el mercado. La securitización de activos es un instrumento que ofrece liquidez a las empresas y les permite apalancar sus proyectos, mejorando la eficiencia del mercado y al mismo tiempo reduciendo la intermediación.
Entre las diversas opciones de financiamiento, la titularización ocupa un lugar relevante para las empresas al permitirles obtener esa liquidez que necesitan a partir de aquellos activos que les permiten generar ingresos en la actualidad o en el futuro, sin tener que acudir a ofertas de acciones o a endeudamiento.
Por medio de este instrumento un portafolio de activos líquidos o ilíquidos se reempaqueta y sirve como garantía para levantar capital en el mercado por medio de títulos valores, con lo que las empresas adquieren liquidez para que puedan cumplir con sus proyectos. En términos simples, bajo este instrumento las empresas venden sus flujos de efectivo o de caja para financiarse, con el respaldo de sus cuentas por cobrar.
Gracias a la titularización, es posible estructurar esos títulos valores con el respaldo del desempeño de activos tales como proyectos inmobiliarios u otros que cuenten con ingresos “predecibles que se espera que continúen durante el curso ordinario de su negocio”, indica BID Invest, un brazo del Banco Interamericano de Desarrollo que apoya al sector privado. Esto puede ser, en el citado ejemplo, los flujos de caja derivados del arrendamiento de determinado bien inmobiliario.
Desde otra perspectiva, le puede brindar liquidez a las empresas al permitirles financiarse a través de la emisión de títulos respaldados por su cartera, incluyendo, un conjunto de créditos hipotecarios y de consumo. En esta modalidad de titularización lo que se hace entonces es vender la cartera a un inversionista, por consiguiente, cediendo los derechos al pago y sus rendimientos.
BID Invest indica que “los flujos generados por la empresa se utilizan para pagar el servicio de la deuda a los inversionistas sobre el financiamiento”.
Impulso a empresas desde la financiación
Ante los actuales retos de financiación en los mercados internacionales, en medio de altas tasas de interés para contener la fuerte inflación global que surgió tras la pandemia, las empresas apuntan a diversificar sus fuentes de apalancamiento financiero para poder impulsar su desarrollo y cumplir con sus metas en un entorno de escepticismo antes las señales de una recesión mundial.
En tiempos como los actuales, la titularización imprime dinamismo al mercado de capitales al abrirles las puertas a más jugadores a través de la creación de estos títulos valores y contribuye al mismo tiempo a que haya una mejor circulación de los recursos.
Del lado de las empresas, la titularización les permite apalancar sus proyectos e impulsar su crecimiento a partir de la obtención de mayor liquidez, sin que haya la necesidad de que estas accedan a endeudamiento adicional y con la ventaja de que además transfieren parte del riesgo al mercado.
Para la empresa de gestión de inversiones estadounidense BlackRock puede llegar a considerarse que la titularización es un instrumento que ha sido mal entendido, bien sea debido a su estructura complicada o que simplemente a que no ha tenido suficientemente protagonismo.
Esto puede explicarse en gran parte a su rol durante la crisis financiera del 2008, cuando el mercado de la titularización de activos e hipotecas se contrajo casi un 80% en medio de la crisis de las hipotecas subprime, según un informe de la época divulgado por Financial Services de Londres (IFSL).
No obstante, mucho ha cambiado desde entonces, hasta el punto de que “el mercado titulizado se ha convertido en un sector robusto que debería ser un elemento básico en las carteras de renta fija”, según BlackRock.
Las lecciones que ha dejado la crisis financiera se resumen principalmente en mecanismos regulatorios que le han dado mayor madurez a los mercados financieros, así como instrumentos a los inversionistas para protegerse frente estas eventualidades, lo que resta probabilidades para que una situación como la del 2008 vuelva a repetirse.
Los analistas destacan que en el panorama actual el mercado titulizado ya no está sobre apalancado, con lo que los valores respaldados por activos (ABS, en inglés) y los valores respaldados por hipotecas comerciales (CMBS) apuntan a recuperar sus niveles previos a la crisis financiera, de acuerdo a las estadísticas de BlackRock.
De cara a un 2023 en el que seguirán planteándose desafíos en materia de financiación, particularmente en segmentos como el de Venture Capital ante las dificultades para acceder a capital fresco en medio del invierno que afrontan las startups, la titularización de cartera se posiciona como una opción relevante. Independientemente de las condiciones de mercado, la securitización de activos es una alternativa a considerar debido a su baja correlación con las inversiones tradicionales disponibles en la actualidad.
Fuentes:
- https://idbinvest.org/en/blog/financial-institutions/what-future-flow-securitization-and-what-are-benefits
- https://www.blackrock.com/institutions/en-us/insights/the-case-for-securitized-assets
- https://www.rtve.es/noticias/20090414/titulizacion-activos-hipotecas-cayo-todo-mundo-casi-80-2008/264266.shtml